Palacio Primoli

El Museo Napoleonico ocupa la planta baja del palacio Primoli, cuya construcción se remonta al siglo XVI. Primero perteneció a los Gottifredi –dicha propiedad sigue estando indicada en la planta de Nolli de 1748-, posteriormente, a finales del siglo XVIII, paso a los Filonardi y, por último, entre 1820 y 1828 fue adquirido por el conde Luigi Primoli.
 Tras las radicales modificaciones urbanísticas de la zona por la construcción de los muros de contención del Tíber y la apertura de via Zanardelli, el conde Giuseppe Primoli, que en 1901, era el único propietario del edificio, confió al arquitecto Raffaele Ojetti la reestructuración del palacio.

La antigua fachada que daba a Plaza del Orso fue demolida y se añadió un nuevo de fábrica con logias en las esquinas, y en via Zanardelli se creó una entrada monumental. El edificio fue elevado y la nueva fachada se abría a la plaza de Ponte Umberto. Las obras concluyeron en 1911.
 La planta baja, donada por Giuseppe Primoli junto a sus colecciones napoleónicas al Ayuntamiento de Roma en 1927, conserva en algunas salas los techos del siglo XVIII con viguetas pintadas, mientras que los frisos de las paredes de las salas VIII, IX y X se remontan a los primeros decenios del siglo XIX, cuando el palacio ya era propiedad de la familia Primoli. Los frisos de las salas III y V, tal como indican el “león rampante” de los Primoli y el “águila” de los Bonaparte, son posteriores al desposorio de Giuseppe Primoli con Carlotta Bonaparte en 1848.
 Las cerámicas de Nápoles de principios del siglo XIX del pavimento de las salas III, IV, V, IX y X proceden del demolido palacio Porcari-Senni de via Aracoeli. El portal de la sala III, de los últimos años del siglo XVIII, se recuperó de la demolición de la Capilla del Hospital de Pío VI en Borgo Santo Spirito.
 El palacio también es la sede de la Fundación Primoli, creada por el propio conde, y de la Biblioteca Primoli, compuesta por más de treinta mil volúmenes de literatura, historia y arte.
 Desde el 1 de junio de 1995, en el tercer piso, se halla el Museo Mario Praz, perteneciente a la Galleria Nazionale d'Arte Moderna. Se trata de una casa-museo que recoge un millar de obras (muebles, pinturas, dibujos, alfarería, bronces, miniaturas, orfebrería…) comprendidas entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del XIX, coleccionadas por Mario Praz (1896-1982), anglista y crítico de arte.
 La coexistencia de estas instituciones en el mismo palacio crea un unicum de notable interés para estudios de arte, literatura e historia sobre el siglo XIX.